Ejercicio: La clave para frenar el Parkinson
La enfermedad de Parkinson: El método probado para frenar su progresión - El ejercicio
La enfermedad de Parkinson se está convirtiendo cada vez más en un serio desafío de salud global y económico, con un número de pacientes que se espera alcance los 17 millones para 2030. La detección temprana y los cambios de estilo de vida adecuados pueden jugar un papel clave en la ralentización de la progresión de la enfermedad. El Dr. Emile Moukheiber, experto en trastornos del movimiento de Johns Hopkins Medicine International, enfatizó que el ejercicio regular es el único método probado para frenar el avance de la enfermedad de Parkinson.
Reconociendo los signos tempranos
Muchas personas tienden a considerar los movimientos lentos o las dificultades para caminar como una parte natural del envejecimiento, pero estos también pueden ser signos tempranos de la enfermedad de Parkinson. Según el Dr. Moukheiber, ignorar tales síntomas a menudo retrasa el diagnóstico, lo que impacta negativamente la efectividad del tratamiento.
¿Por qué es importante el ejercicio?
"Si alguien acaba de ser diagnosticado con Parkinson, la mejor manera de frenar la progresión de la enfermedad es el ejercicio regular", dijo el Dr. Moukheiber. Aunque se continúan desarrollando medicamentos y otras terapias, el ejercicio es el único método científicamente probado para ralentizar la progresión de la enfermedad.
El experto sugiere que realizar ejercicio intenso de 4 a 5 veces por semana al menos 30 minutos es óptimo. Esto no solo ayuda a aliviar los síntomas sino que también mejora la calidad de vida a largo plazo.
¿Cómo empezar?
1. Consulta con un médico: Cualquier programa de ejercicios debe ser discutido con un experto, especialmente en el caso de la enfermedad de Parkinson, para asegurar que se adapte a la condición del individuo.
2. Ejercicio aeróbico: Correr, andar en bicicleta, nadar o caminar pueden mejorar efectivamente la coordinación y la resistencia.
3. Entrenamiento de fuerza: Fortalecer los músculos puede ayudar a mantener la marcha y el equilibrio, lo cual es crucial a medida que progresa el Parkinson.
4. Yoga y tai chi: Estos ejercicios de baja intensidad promueven el equilibrio y la flexibilidad mientras reducen el estrés.
5. Entrenamientos en grupo: Participar en ejercicios grupales puede ser motivador y proporcionar oportunidades para conexiones sociales.
Impacto social y costos
La enfermedad de Parkinson presenta un desafío significativo no solo para los individuos sino para la sociedad en su conjunto. Los costos de atención médica están en aumento continuo, particularmente debido a las necesidades de atención a largo plazo. La prevención y ralentización de la progresión no solo mejoran la calidad de vida de los pacientes sino que también pueden reducir la carga financiera sobre la sociedad.
Conclusión
La detección temprana de la enfermedad de Parkinson y la introducción del ejercicio regular son cruciales en el manejo de la condición. Mientras la ciencia continúa trabajando en nuevos medicamentos y terapias, actualmente el ejercicio es la única herramienta probada efectiva para ralentizar su progresión. Aquellos afectados deben tomar medidas inmediatas para llevar vidas más largas y mejores.